Una de las principales preguntas que te vienen a la cabeza cuando vas a comprar una sartén nueva es, ¿de qué material la compro? Esto es muy normal, ya que el material del que esté fabricada es un aspecto clave a la hora de elegir la mejor sartén.
Al comprar una sartén buscas que te permita cocinar de forma segura, saludable y conservando el sabor. Por eso, te propongo que le eches un vistazo a los distintos tipos de material de los que puede estar compuesta una sartén. De esta forma sabrás, dentro de los recomendados, cuál se adapta mejor a tus necesidades.
A continuación, te dejo una lista con los tipos de material de los que puede estar compuesta una sartén, acompañado de una pequeña descripción:
- Teflón. La principal ventaja que ofrece el teflón es su antiadherencia, por eso se usa en un gran número de sartenes. Pero tiene un pequeño inconveniente, y es que éste material se comienza a degradar en torno a los 260ºC generando residuos tóxicos por lo que es muy importante no descuidarse cuando la tengas en el fuego. En el caso de estas sartenes, nos encontramos con un material presente en muchas cocinas profesionales por varios motivos: reparten el calor por toda la superficie evitando que se concentre en la base, permiten cocinar todo tipo de alimentos a la plancha o usando muy pocas cantidades de aceites o mantequillas, y se adaptan a cualquier superficie de cocina a pesar de estar diseñadas para inducción. Su principal inconveniente es su precio superior a la media, al estar fabricadas con materiales de alta calidad.
- Cerámica. Como norma general, se trata de un tipo de sartenes muy común que te permitirán cocinar de forma muy sencilla a la vez que saludable. Cuentan con antiadherentes, pero en este caso no son perjudiciales. Dentro de las sartenes de este tipo podemos encontrar muchas opciones, debido a los diferentes fabricantes y los materiales empleados. Esto va a influir en la calidad del producto y su precio final, haciéndolo algo más alto.
- Acero inoxidable. Este tipo de sartenes ofrecen una de las alternativas más saludables, junto con las de hierro, al no usar ningún tipo de compuesto químico para mejorar su uso. Además, nos permiten cocinar platos de manera muy rápida a la vez que son muy fáciles de cuidar.
- Aluminio. La mayor ventaja que ofrece este material es su poco peso, por lo que ofrece un fácil manejo. Es apta para todo tipo de fuentes de calor, y al igual que las de titanio te permite cocinar haciendo un uso moderado de aceites y mantequillas. Según su acabado, podemos distinguir por orden de calidad entre aluminio fundido, forjado y estampado. Suelen tener una amplia gama de precios.
- Hierro fundido. Se podría decir que estamos ante la sartén de mejor material ya que el hierro es bastante resistente y, con los cuidados pertinentes puede ser muy duradero. La característica más destacable es que no presenta ningún tipo de material antiadherente, si no que esta cualidad la va adquiriendo con el uso. Los inconvenientes de este tipo de sartenes es que hay que poner algo más de empeño en su cuidado, son algo más pesadas y de un precio más elevado. Aunque si te compras una, puede que no te haga falta volver a gastar dinero en sartenes.
Con esta idea clara, ya estás más cerca de saber qué sartén comprar basándote en su material. Si quieres saber más, te invito a le eches un vistazo a mí artículo dónde te hablo de las mejores sartenes antiadherentes, dónde he tenido en cuenta aquellas más prácticas para un uso diario. Cualquier duda déjame tu pregunta en la sección de contacto o en comentarios.